• Desprende las células secas y muertas de la piel y suaviza las áreas duras.
• Acelera la renovación celular de la piel, descubriendo capas más suaves y lisas.
• Estimula la circulación sanguínea.
• Favorece el drenaje linfático, ayudando a tu organismo a eliminar productos de desecho y toxinas.
• Ayuda a ablandar y disolver los depósitos grasos y reduce la celulitis.
• Realizado regularmente ayuda a la no aparición de pelos encarnados.

Lo único que nos hace falta es un cepillo a ser posible de pelo natural como los que utilizamos para frotarnos la espalda.

1. Comienza por las plantas de los pies y realiza movimientos largos y profundos hacia las rodillas.
2. Cuando llegues a la zona de las caderas, glúteos y muslos realiza movimientos firmes en el sentido inverso de las agujas del reloj.
3. Desde el vientre hasta el pecho realiza ligeros movimientos circulares, siempre en sentido ascendente. Cuidado con la zona del pecho ya que es muy sensible.
4. Cepillate la piel con movimientos largos desde la parte baja de la espalda hacia arriba y con movimientos cortos hacia abajo en la región de los hombros.
5. En lo brazos, frota la piel con movimientos largos hacia arriba desde la mano hasta el codo y después del codo al hombro.

Recuerda: cepillar varias veces la misma zona, una sola pasada no es suficiente. Lava tu cepillo regularmente, no pasa nada si la piel se enrojece un poco se está desintoxicando y volverá en breve a su color natural y sobretodo no te exfolies la piel de nuevo en la ducha, seria demasiado.

Ya me contareis, si provais, que tal os va la experiencia. Siguiente parada: Manicura en casa.